La capacidad de percibir un número sin contar es evidente para números pequeños. No hace falta contar cuando ves que hay una manzana, dos o tres. Pero si hay quince la cosa cambia. En algún punto intermedio las cosas "cambian", intervienen otros procesos cerebrales.
Unas primeras notas sobre el tema en este breve post de Almudena M. Castro
A continuación un vídeo con bastante información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario